Hay veces que me pregunto que es lo que impulsa, que es lo
que da ganas, que es lo que motiva a la gente para hacer las cosas, ¿ Por qué el
locutor de la radio siempre esta feliz y de buen humor, todos los días?, ¿Acaso
no tiene días malos, días en los que no tiene ganas de hablar con nadie?, ¿Qué es
lo q me da a mí fuerzas y ganas para levantarme un lunes a las 5 de la mañana para
llegar a las 8 de a la universidad?, ¿Qué es lo que me hace darlo todo en un
partido de rugby cuando no puedo más?, ¿Qué es lo que me da fuerzas, lo que me
impulsa, empuja y motiva para hacer lo que yo quiero?
Motivos existen muchos para hacer las cosas que queremos,
autosatisfacción, prestigio, fama, honor, orgullo o simplemente por simple
placer. El placer, el gusto, la sensación
que te invade después de haber perdido un partido, de futbol, de rugby, de
tenis, o de lo que sea, pero sabiendo que te has dejado la piel en el campo,
que has hecho todo lo que estaba en tu mano para impedirlo. Esta sensación llevada
fuera del deporte hacia la vida cotidiana no es habitual, cuando se falla o no
se consigue lo esperado, nos hundimos, nos desesperamos, nos frustramos. Dicha situación
tiene cabida cuando no existe un esfuerzo máximo, cuando no existe sacrificio para
conseguir lo que queremos. En cambio si existe esfuerzo y sacrificio, da igual
el éxito, la sensación que se consigue cuando lo damos todo es superior a las
ganas de ganar.
Hace poco leí un artículo sobre Dean Karnazes, un hombre que
un día celebrando su 30 cumpleaños de repente en mitad de su fiesta, se fue y corrió
50 kilómetros seguidos. Se lo conoce por correr 50 maratones en 50 días entre
otros grandes retos. Él afirma que la capacidad para poder conseguir completar
sus retos es un 15% físico, un 15% dieta, y un 70% mentalidad. Dean dice que el
poder para conseguir los objetivos propuestos se haya en nuestra cabeza, en los
motivos por los que hacemos las cosas.
Muchos habremos visto este video, el discurso del Coach
Flowers, y se nos ha puesto la piel de
gallina, dice muchas verdades, pero yo me quedo con una: “…my heart and my mind
will carry my body when my limbs are too weak…”